Una iglesia en crecimiento es una iglesia moribunda

Cada vez que una congregación busca un nuevo pastor, la primera pregunta que el directorio(concilio, consistorio) tienen en mente al entrevistar a un nuevo candidato es: ¿Este pastor hará crecer nuestra iglesia?

Voy a seguir adelante y responder esa pregunta en este momento: No, Él/ella no lo hará.

Ni la elocuencia pastoral, organización, perspicacia, amistad o carisma del pastor/a llevará a su congregación a sus días de gloria.

¿Qué puede hacer tu pastor? El/ella puede hacer que las reuniones de tu grupo sean más largas con la oración y el estudio de la Biblia. El/ella puede meterse cambiando el orden del culto y la disposición de las sillas del templo. El/ella puede tocar esas nuevas canciones extrañas y olvidarse de tus antiguos himnos favoritos. El/ella puede seguir cantando esos viejos himnos en lugar de esa nueva y animada música de alabanza contemporánea. Él/ella puede molestarte con sus ganas de que se celebre de manera más frecuente la Santa Cena. Él/ella puede ignorar tu llamada telefónica o mensaje en Whatsapp porque está demasiado ocupado orando por ti y por los demás. Él/ella puede arruinar el presupuesto de la iglesia perfectamente balanceado con locas ideas para que se destinen más fondos para la misión y el alcance de nuevas personas. Él/ella puede cambiar sus preciosas noches con su familia por nuevos estudios de la biblia y grupos de meditación. Él/ella puede ocuparse de sus valiosos fines de semana con proyectos voluntarios extenuantes. Puede abrir el edificio de la iglesia a las personas consideradas más feos y mezquinas de la ciudad, que aparecen a horas intempestivas, piden limosnas, dejan las colillas de cigarro en el estacionamiento y derraman el café sobre la alfombra del templo.

Él/ella puede sonar como un fanático evangélico de Jesús, hablando de la Biblia y su relación personal con Dios. Él/ella puede sonar un conservador/a, que pontifica una y otra vez la tradición y los sacramentos. Él/ella puede sonar como un liberal de corazón, hablando una y otra vez sobre la justicia social y la necesidad de cuestionar constantemente las viejas interpretaciones.

¿Qué puede hacer el pastor/a para hacer crecer tu iglesia? Nada. No hay nada que tu pastor pueda hacer para que tu iglesia crezca. Él/ella no puede salvar tu iglesia. Tu iglesia ya tiene un Salvador y no es Él/ella. Él/ella puede empujarte. Él/ella puede abrir puertas. Él/ella puede presentarte oportunidades. Depende de usted tomarlo en consideración. Él/ella puede plantar semillas y regarlas. Depende de Dios hacerlos crecer.

¿Y qué pasa si eso sucede? ¿Cómo se verá el crecimiento? ¿Volverán todos esos viejos miembros inactivos? ¿Las bancas de la iglesia estarán nuevamente llenas?¿Necesitarás comenzar un segundo servicio y comprar un sitio al lado del templo para expandir el estacionamiento? No. Es posible que veas algunas caras nuevas en la multitud. No habrá muchos de esos antiguos miembros. Algunos podrían quedarse, pero la mayoría no. Los que se quedan no encajarán con la vieja guardia. No sabrán cómo lo has hecho siempre. Querrán hacer sus propios cambios. Sus nuevas ideas te harán sentir incómodo. Tu iglesia no se verá ni se sentirá como antes. Sentirás que estás perdiendo el control de este lugar que has trabajado tanto para preservar. Sentirás que tu iglesia se está muriendo.

Y eso es justo. Una iglesia en crecimiento es una iglesia moribunda. Tiene que ser. No puede ser de otra manera. El camino al Domingo de Pascua pasa por el Viernes Santo. El camino a la tumba vacía pasa por el Gólgota. El camino a la resurrección pasa por la crucifixión. Cuando Jesús te dijo que tomaras tu cruz y lo siguieras, ¿esperabas que condujera a otro lugar? Lo que Jesús nos dijo acerca de sí mismo también es cierto para las iglesias: "Ciertamente les aseguro que, si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero, si muere, produce mucho fruto". Juan 12:24 (NVI)

Pero, ¿y si no funciona? ¿Qué pasaría si dejaras que tu pastor/a haga todas esas cosas locas y no aparezca nada nuevo? ¿Qué pasa si la iglesia aún se hunde? ¿Qué pasa si todo el tiempo que pasas estudiando la Biblia, expandiendo tus horizontes, profundizando tu vida espiritual y sirviendo a tu comunidad resulta ser un desperdicio de tiempo?

Te diré algo: si eso es lo que pasa, si te comprometes con todo esto y todavía sientes que fue una pérdida de tiempo al final, entonces tal vez tu iglesia realmente necesitaba morir.